Usamos varias aplicaciones al dÃa en un momento dado en nuestros escritorios. La mayorÃa de las personas tiene un número determinado de aplicaciones de rutina que abrirán tan pronto como inicien en sus escritorios. Otras aplicaciones que no se usan de forma rutinaria pero que aún se necesitan en ocasiones se lanzan cuando son necesarias y algunas aplicaciones como iTunes se abrirán cuando conectes tu iPhone a tu Mac. Si a menudo olvida cerrar aplicaciones que ya no necesita usar, entonces Quitter es una aplicación OS X gratuita que podrÃa serle útil. Se cierra automáticamente u oculta una aplicación si ha estado inactiva demasiado tiempo. El usuario decide cuánto tiempo es demasiado largo configurando el perÃodo de inactividad en minutos usando Quitter.
Instale Quitter y ejecútelo. Haga clic en el icono de la aplicación en la barra de menú y seleccione 'Editar reglas ...'. Si desea iniciar Quitter al iniciar sesión, seleccione primero la opción 'Iniciar Quitter al iniciar sesión' desde este menú.

Agregue su primera regla haciendo clic en el botón más en la parte inferior izquierda. Desde la carpeta Aplicaciones, seleccione para qué aplicación desea establecer una regla de abandono u ocultación. Una vez que haya seleccionado la aplicación, establezca los minutos de inactividad después de los cuales la aplicación se debe cerrar u ocultar. De forma predeterminada, una aplicación está configurada para salir después de diez minutos de inactividad. Si desea cambiar la acción de 'Salir' a 'Ocultar', use los botones de flecha al lado de la opción Salir para ir al Ocultar uno.

Cómo forzar a macOS a ignorar una red WiFi pública
WiFi pública, también conocida como internet gratuito, es un elemento básico de las cafeterÃas. Es tan importante como el café en sà mismo y, a menudo, la calidad de los efectos de Internet, la calificación que obtiene una cafeterÃa. Si bien la WiFi pública, abierta y gratuita es agradable, también puede ser una amenaza para la seguridad.
Cómo encontrar los colores dominantes en una imagen [macOS]
Un buen diseño requiere tiempo y, a menudo, años de experiencia y experimentación para hacerlo bien. Se basa en ciertas convenciones y reglas que sirven de base para un buen diseño. Un ejemplo común de una convención de diseño es el uso de colores contrastantes para que el texto se vea mejor en un fondo de color.